La moda es la que impone
los nuevos modelos de belleza. De eso ya no cabe duda. Desde las súper modelos
de los noventa, en las cuales las curvas eran vitales, hasta la aparición de
Kate Moss, en esa misma década, en que la tendencia empezó a pasar por lo andrógino
y desarreglado,” pero en la mayoría de los casos en los parámetros de belleza
reina la delgadez como la principal característica de pertenecer”.
Se las quiere inculpar a las modelos, cuando
en realidad es la industria la que exige esas medidas corporales, imposibles
para la gran mayoría de la sociedad:” Aunque quedan indemnes, los
diseñadores puede que tengan gran parte
de la culpa, al exigir chicas ultra delgadas para caber en sus estrechas piezas
o para lucir mejor en las campañas fotográficas, etc.”
Aunque es verdad que las
chicas que trabajan dentro de este universo deben responder a ciertos
paradigmas estéticos (siempre desde una forma saludable, aunque ¿quién lo
controla?), no así las que no pertenecen a este mundillo.
Pero
desde que la anorexia y la bulimia se
pusieron en boga (lamentablemente), la industria fashion quiso sacarse de
encima el gran peso de provocarle la muerte o el eterno infierno a miles de
chicas, y por ello decidió que en los desfiles más importantes sólo estén
presentes aquellas chicas que tienen un índice de masa corporal normal (método
para clasificar el estado nutricional), y de acuerdo con la Organización
Mundial de la Salud en adultos un IMC saludable se comprende en el intervalo de
18,5 a 25. Quien empezó con todo esto ha sido España, en su Pasarela Cibeles,
lo que supuso la exclusión de esta pasarela a las modelos excesivamente
delgadas.
Por ello que se desarrollo
una “Carta de compromiso voluntario sobre la imagen del cuerpo y contra la
anorexia” -resultado de una iniciativa lanzada por el Gobierno
francés hace más de un año- tiene como objetivo comprometerse con no difundir
imágenes de personas -en especial de jóvenes- que puedan contribuir a promover
un modelo de flacura extrema. Por otra parte, para el ámbito de la moda y la
creación, se implementará una campaña de información sobre los riesgos que
provoca la delgadez extrema. Es que en este país esta enfermedad afecta
aproximadamente entre 30.000 y 40.000 personas.
Es así que la anorexia y
la bulimia, ya no son solo enfermedades que se desarrollan en países europeos
sino también en América Latina y nuestro país tampoco es la excepción. Mucha ha
sido la polémica que ha desatado esta enfermedad, principalmente por la muerte
de dos modelos latinoamericanas (una brasileña y una uruguaya) -además de los
miles de casos que aparecen día a día en el globo-, y desde entonces el
fantasma de la anorexia asociada a la moda se instaló en este universo. Aunque
echarle la culpa sólo a la moda es muy fácil, hay otros factores que ayudan y
mucho. La publicidad, los medios de comunicación, la opinión de los demás
(desde tus amigos, familiares hasta toda la sociedad), que aunque son muchos lo
que se horrorizan con la anorexia, por otra parte se burlan de las personas
gordas o incluso apenas rellenitas, a quienes discriminan con comentarios
tediosos.
En la sociedad actual el sobrepeso es visto
con desprecio y la obesidad con rechazo, y la gente, sobre todo los más
jóvenes, "sienten pavor al rechazo y pierden toda lógica en su esquema
personal''.De esta manera la anorexia ha alcanzado
"características epidémicas'', con un gran número de niñas y jóvenes que,
lo necesiten o no, siguen dietas de adelgazamiento o tienen intención de
comenzar una.
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