miércoles, 2 de enero de 2013

TRATAMIENTO PSICOTERAPÉUTICO .



Hay dos características que marcan la aproximación terapéutica en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA):
1. No hay conciencia de enfermedad en la adolescente que padece un
TCA. La preocupación por el problema de la hija la tienen los padres. La aceptación por la adolescente de la existencia de un problema, la motivación para enfrentarlo, tolerar la mejoría y evitar las recaídas son objetivos de la terapia.
2. El tratamiento se inicia mediante los factores etiopatogénicos de mantención. Los factores predisponentes son tratados con posterioridad, los factores precipitantes son de poca relevancia. La definición de los mecanismos de mantención en cada caso es el primer paso para iniciar el tratamiento.

  • MOTIVACIÓN PARA EL TRATAMIENTO

El sufrimiento o dolor mental de la paciente con AN son diferentes dela que padece una bulimia. La primera, con una AN en curso, sufre intensamente, aunque es poco consciente de ello y tiende a percibir el conflicto entre ella y sus padres a quienes acusa de no entenderla y estar empeñados en una hipotética enfermedad, cuyo nombre y características conoce aunque duda de padecerla. “La paciente bulímica puede haberse engañado mucho tiempo, pero cuando consulta, expresa con claridad su sufrimiento y manifiesta estar dispuesta a afrontarlo. Quiere ayuda y no siempre está dispuesta a realizar los esfuerzos que el tratamiento exige" . Ambas deben ser ayudadas a frenar un proceso que no controlan. La paciente con AN ha perdido el control de la pérdida de peso y la paciente con BN desespera ante su descontrol de atracones y vómitos. “Inicialmente unas y otras dicen controlar la situación, y los padres y la clínica muestran todo lo contrario.” 
  •         MOTIVACIÓN Y SINTONÍA

Sintonizar con el sufrimiento anoréxico Y bulímico  es difícil, pero no imposible. Exige apariencia y sensibilidad. Es necesario superar la barrera de desconfianza, de aparente control, de interacción con los padres, de omnipotencia, para llegar a una niña que está asustada, sorprendentemente triste, con una tristeza que está en los ojos pero no en la palabra, que quizá la exprese por primera vez en presencia del clínico si éste sabe llegar a ella. “La paciente no tolera que el médico no sepa, que ignore su forma de sufrir, rechaza cualquier aproximación peyorativa, exige comprensión, y una cierta solidez propia de un adulto capaz de contenerla y que no se asusta ante lo que le pasa.”  Es más fácil y es necesario entender a los padres, más allá de su descontrol. Su preocupación excesiva, su petición de ayuda en ocasiones desproporcionada, puede calmarse si se les escucha. Se les dan garantías que el problema de su hija tiene un diagnóstico, va a ser atendido y que ellos no sólo no son culpables, sino que serán partícipes activos del tratamiento. Prácticamente no hay tratamiento de anorexia nervosa en adolescentes sin trabajo con la familia
  •         ROMPER LOS MECANISMOS DE MANTENCIÓN

El conflicto de la anoréxica es hacia fuera, con los padres que insisten torpemente en alimentarles y en detener su hiperactividad mientras tratan de asustarles mostrando el riesgo que corren. “Es con los estudios que se hacen asfixiantes, con los amigos que parecen alejarse, con el ejercicio que se hace compulsivo.” El conflicto bulímico también tiene una expresión externa, con los padres que desconfían, con los estudios que tienden a abandonar, con los amigos que se cambian, pero hay una mayor conciencia de fracaso, de vergüenza, de descontrol.
  •         TRABAJO CON LA FAMILIA Y COMUNICACIÓN

“La niña es descrita inicialmente como el problema de la familia. Progresivamente se define como el problema que tiene la niña y que afecta a toda la familia.” Cómo abordar los problemas de la niña es el paso siguiente, ahora con los nuevos recursos que hay que aprender para ello y aquellas cosas que hay que evitar. La mayoría de los padres aprenden tanto en la fase aguda cuando están en casa en un programa de hospitalización domiciliaria, o ingresadas, como en los capítulos siguientes en el tratamiento ambulatorio en el que acuden a grupos de padres o terapia familiar. Apoyar a la hija, animarla en los momentos bajos, acompañarla, ayudarla a reposar es posible si se ha conseguido la colaboración de la paciente. Evitar las críticas, los reproches, las espirales de discusión, hay que intentarlo.” Es más fácil cuando la niña se va recuperando nutricionalmente y con ello vuelve a sonreír, no por su aspecto, que aún le asusta, sino por estar biológicamente mejor. Retirarla del papel de centro de la casa y expresión de todos los conflictos familiares es una tarea más difícil, hay que asumirla.” 

1 comentario:

  1. buena información, sobre todo de gran importancia para conocer más de esta enfermedad, que realmente ha venido afectando a muchas personas, ya que así los padres, jóvenes, y toda la sociedad en general puede conocer de qué manera estas enfermedades se presentan y como ayudar a las personas que la padecen

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